Programa contra la Violencia de Género “Rompiendo Ciclos, Construyendo Inicios”

2021-2024

En México existe un problema público grave y sistémico de violencia contra las mujeres, parte importante de la cual se da en el ámbito familiar y de pareja. Este tipo de violencia tiene una naturaleza cíclica distinta a otros delitos, en donde es común que los hechos de agresión estén rodeados de momentos de reconciliación, calma, una nueva acumulación de tensión, y la reincidencia en la violencia. Este ciclo en el cual se pueden encontrar las víctimas de violencia familiar y de pareja presenta retos particulares para las autoridades encargadas de brindar seguridad y justicia en el país.

En este contexto nace el programa contra la violencia de género “Rompiendo Ciclos, Construyendo Inicios”, el cual cuenta con el apoyo financiero del Departamento de Estado de los Estados Unidos de América, mediante la Oficina de Asuntos Antinarcóticos y Aplicación de la Ley (INL, por sus siglas en inglés), e implementado por Fundación IDEA en alianza con Fortis Consultoría. El Programa brinda asistencia técnica a las autoridades locales de seguridad y justicia en los estados de Nuevo León, Coahuila y el Estado de México para co-diseñar e implementar el Modelo de Atención e Interrupción de Ciclos de Violencia y así fortalecer sus capacidades intra e interinstitucionales en la respuesta a la violencia familiar y de pareja.

El Programa trabaja con instituciones policiales, fiscalías generales, poderes judiciales, centros de justicia para las mujeres y sistemas cívicos de justicia para cumplir tres objetivos específicos:

  1. Fortalecer las capacidades institucionales de autoridades de seguridad y justicia
  2. Mejorar la coordinación interinstitucional
  3. Promover el uso de los servicios integrales disponibles para brindarle atención a las víctimas

El Modelo propone un enfoque centrado en las víctimas, abordando la problemática de la violencia familiar y de pareja a partir de cuatro procesos de atención clave. A continuación, se describen las condiciones deseables en cada momento:

  1. Atención inicial: las autoridades dan respuesta efectiva a las necesidades prioritarias según el nivel de riesgo en el que se encuentran las víctimas.
  2. Acompañamiento y monitoreo de casos: las instituciones dan seguimiento integral a los casos, sin importar si hay una denuncia en curso o no; gestionan los riesgos; y ofrecen servicios de acuerdo con las necesidades e intereses de las víctimas.
  3. Justicia y reparación integral: ejercicio eficiente de los procesos penales de investigación, persecución y la impartición de justicia, considerando la reparación integral para víctimas directas e indirectas.
  4. Opciones no penales: aprovechamiento del sistema de justicia cívica para la identificación y canalización de probables casos de violencia de género hacia los servicios pertinentes y relevantes para las víctimas.

Como resultado de la implementación, el Programa contribuirá en seis beneficios potenciales para la sociedad y las instituciones de seguridad y justicia:

  1. Incremento en el bienestar y seguridad para las víctimas directas e indirectas de violencia de género
  2. Incremento en la efectividad de las autoridades para interrumpir los ciclos de violencia
  3. Incremento en la confianza hacia las autoridades por parte de las víctimas
  4. Mayor eficiencia en la coordinación interinstitucional entre las autoridades de acuerdo con los roles específicos en el sistema de seguridad y justicia
  5. Aumento en el uso eficiente de los recursos públicos
  6. Generación de mejores prácticas para prevenir y atender la violencia de género


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